lunes, 27 de enero de 2014

Duermo

Yo duermo para soñarte. Y me gusta dormir porque no siento dolor al verte.

Porque es como morir y revivir mil veces. Me gusta dormir porque allí, en mis sueños, te veo feliz. Y descanso de este peso que me hunde, que me ahoga.

Y dormiría para perderme de esta realidad que me destroza. Y dormiría para verte sonreír, cantar y puede que bailemos al ritmo de mis recuerdos.

Dormir y no despertar. Quedarme en un límite difícil de alcanzar, y allí contigo estar.

Dormida te busco y conmigo no estás. Y te pido que me tengas en tus brazos una vez más. Busco tus manos para no hundirme en este mar de dolor e ira contenida, y de pronto la noche me lleva hasta ti.

Pero de un salto despierto y sin ti me quedo.

viernes, 17 de enero de 2014

Mil lunas pasarán

Y reproduzco una y otra vez tu voz.
Como si fuese un disco, uno muy rayado pero que siempre me ha gustado.
Y te espero todos los días, a la misma hora.
Y te espero, y no te veo. Y luego caigo.

Algo me congela y solo veo tus ojos, tu cabello y escucho tu voz.
Escucho tu risa y me imagino sonreír a la vez.
Quiero que lo notes, quiero que notes mi ausencia y mi presencia.
Y quiero que nunca te vayas. Nunca te alejes y a mí lado siempre te quedes.

Eres lo que me falta, lo sé.
Y es que tu atractivo no se compara con nada y no puedo decírtelo.
Pero algún día tendré suficiente valor, derribaré esa barrera, y ya nada importará.

Y nadie me dijo cómo sería estar en este lugar.
Tú no dices nada.
Y no encuentro defecto alguno, no puedo encontrar nada, todo está en orden.

Y no sales de mi mente. Te instalaste en ella. Y allí bailas, y te dejas llevar por mis pensamientos.
Te conviertes en un poema, luego en una canción,
al final renaces en una oración dejándome sin aliento y sin razón.

Dejo caer mi corazón, las palabras sobran y la luz se apaga.
Y mil lunas pasarán antes de que regreses.