Ondas de descontrol.
Mañanas llenas de dolor.
Incertidumbre palpable que inunda mi corazón
Tatuajes de dudas, aromas de licor.
Llenando mis vacíos con pisco y con sudor.
Caminos estrechos y vientos polares.
Miradas vacías en las esquinas de los bares.
Hilos conectados y otros tantos cortados.
Me duermo enrollada, buscando tus labios.
Con la luna de testigo, con el gato encerrado,
yo me quedo con preguntas y con miedo en mis brazos.
Con las manos delicadas y la boca reseca,
yo me quedo en el limbo
buscando mi certeza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario