jueves, 6 de febrero de 2014

Nyx

Esperé un momento que pareció una eternidad.
Fue la primera vez que me sentí desfallecer.
Pensé que no podía lograr nada, que era imposible caminar o hablar.
Y con el valor del mundo, con la presión de mis pensamientos,
me levanto y camino hacia a ti.

Una corriente magnética me rodea, una ola me lleva, un remolino se apodera de mí.
Y luchó por seguir y de repente estás delante de mí.
Ya no hay miedo, no conozco ese sentimiento.
Porque fue un ahora o nunca.
Y como consecuencia una sonrisa se quedó conmigo por media hora.
Porque el respirar era algo nuevo para mí.
Y te vi, y allí supe qué era vivir,
qué era sentir, y por último
qué era ser completamente feliz.