jueves, 2 de junio de 2016

Dédalo

Encontré galaxias en su piel. Puntos de conexión,
que me llevaron a conocer sus lunares, preciosas piedras del exterior.

Como hojas secas, cayeron sin razón,
palabras impregnadas de aroma, de alguna vieja nación.

Con bandera ajena conquisté su boca y dolor,
dejándole mi sonrisa como premio de consolación.

Busqué sin mucho éxito, su compañía y su calor,
en extranjeros tontos, prisioneros sin amor.

Al final descubrí tu escondite en mi ser.
Terminé cerrando mis ojos y allí te pude ver.