Volví a los estudios.
Piel nueva, un lienzo limpio.
Blanco como el papel, suave al tacto,
que mis manos tocan a cada rato.
Los segundos y horas nos pasan por encima.
Nos tumban boca arriba contra la marea.
Y termino buscando el sueño en la encimera,
o tal vez mi ropa en la gaveta.
Comenzó la guerra y no sabíamos.
El sol entra por la ventana.
Vestida con nada más que un par de palabras.
Miramos las sombras esconderse debajo de las sábanas.
Solo necesito 5 minutos de tu tiempo.
Para memorizar y pintar el lienzo.
Para tomar notas y resaltar
aquello que mañana todo el día voy a recordar.