Tiempo. Todos creen que lo tenemos,
que es nuestro y que es eterno.
Que el tiempo son solo minutos y horas
cuando en realidad pueden ser personas.
Puede ser tiempo perdido o ahorrado.
Personas queridas o estancadas.
Pueden ser momentos inolvidables
o lugares traumantes.
He aprendido que mil días junto a la persona equivocada
deja secuelas, traumas y sobre todo te araña el alma.
Pierdes partes de ti en el proceso
pero aprendes a levantarte del suelo.
Y llega un día donde dejas de contar el tiempo,
no porque no importe,
no porque no cuente.
Dejas de contarlo, de añorarlo y planificarlo
para al final disfrutarlo.
Porque el tiempo nos pasa por encima
y yo encontré una persona que me hace sentir más viva.
Más consciente de mi día a día.
No conocemos el final de nuestra vida
pero sí podemos rodearnos de aquellos que nos nutren,
nos hacen bailar y nos sacan sonrisas.
Yo contigo quiero aquello que ya no cuento,
que poco a poco va quedando menos.
Yo contigo quiero alargar los minutos
y escribir con tus besos estos versos.