Pausa.
Tú no eres el problema.
Tú no eres un estorbo,
y mucho menos una rareza.
Tú eres el cambio, la pregunta y la respuesta.
Eres todo lo que se necesita en este planeta.
Tus actos se retuercen en las manos de los demás.
Sus palabras nunca te tocarán, no arruinarán tu inmaculada presencia.
Deja de pensar en lo que no fue y en lo que será.
Tu enfoque en el presente debe estar.
El techo no se arruinará por la burbuja en la que te encuentras,
porque el sol siempre brillará y la lluvia siempre caerá.
Tus pesadillas fuerte te harán, y mi mano extenderé hasta el final.
Mientras algo afuera te busca y te necesita,
haz lo que debas hacer, no pierdas tu alma por mediocres que miran sin detallar.
No uses un disfraz para impresionar a personas que no miran más allá.
Y vístete con tus sueños y esperanzas, esas son las más caras prendas que tendrás.
Y cuando te despiertes y dejes de pensar en aquél o aquella, libres serás.
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