Vi el recuerdo de tu presencia en el café,
en el té y en todo lo que conté.
Recorté camino y volví al final del comienzo,
allí donde me sentía segura fuera de esto.
Las canciones se burlan,
la lluvia me causa calor
y cupido me cuenta historias de terror.
Y casi sin ganas de respirar,
aspiré lentamente el humo del fuego.
Alicaída resulté.
Me busqué
y en eso me asusté.
Todo lo que sentía se filtraba en las paredes
mientras los amantes buscaban reposo.
No puedo ver ya los amaneceres,
todo por esos ojos luminosos.
Muy bueno. te felicito
ResponderEliminarMuchas gracias, Celeste <3
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