Un vacío todos dejan.
Pero en mí, pocos se quedan.
Los que se van se llevan una pieza.
Y me encuentro incompleta.
Todos cumplen funciones,
tienen horarios y un tiempo determinado.
Otros perduran como un tatuaje,
mientras yo me siento muy muy abajo.
En la deriva, siempre ando.
Buscando una fuente de luz, un faro.
Nado y nado y cuando pienso que moriré,
comienzo a entender este estado .
En retrospectiva me veo,
me analizo y por fin me entiendo.
Este es el primer paso que doy,
el primero y el último de hoy.
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