domingo, 24 de enero de 2016

Cartas y más cartas

La eternidad no parece suficiente para esto.
La vida se queda corta para el amor que te tengo.

Pido que tus brazos rompan mis esquemas, mis defectos,
me deshojen como margarita con todos tus "Te quiero".

Tu boca me destruye, me deshace.
Yo te hago la cena, te hago descender,
conocer mis lunares y contar hasta tres.

El brillo de tus ojos me guía, 
me muestra tu vida, me brinda alegría.
Tu voz susurra las palabras más anheladas,
y yo te digo que "sí" sin soltarte la mirada.

De la mano siempre andamos, en la misma hoja recitando
aquellos versos puros, simples, dulces, santos.

domingo, 10 de enero de 2016

El viajero de mis días

¿Cómo explico 
que tus manos son expertas
en romper barreras,
en soltar mis riendas?

Que tienes experiencia con el mapa.
Que no hay brújula que te detenga.

Cada vez que te embarcas en un viaje,
terminas triunfando,
terminas cantando victoria.
Y una y otra vez me terminas besando.

Ya no luchas contra corriente.
Te dejas llevar para desembocar en mi mar, 
para admirar mis estrellas e ir en busca de más.

Y si te falta una luna, yo te la regalo.
Si necesitas abrigo, yo de mi escondite salgo.
Yo te espero, mi viajero, con la cena hecha,
mientras el camino en la tierra tú vas marcando.

lunes, 4 de enero de 2016

El sentir, el querer un todo

De arriba hacia abajo,
desde la luz hasta tu oscuridad.
Yo te quiero desde un todo
sin mirar hacia atrás.

Una mezcla, un remolino,
una brisa en el mar.
Yo navego por tus mares
sin quitarme nunca la sal.

De mordiscos solo vivo.
Por tus labios yo me muero.
En tu voz yo me instalo
para bailar en tus sueños.

En tu ira me consumo, 
en tu risa yo revivo.
En tus brazos consuelo encuentro
y me quedo por un siglo.

Yo me duermo para soñarte,
para que de mí no te alejes.
Te amarro a mi cintura
para que así nunca me dejes.

viernes, 1 de enero de 2016

Trébol y pica

Le vi llegar con la calma sobre sus hombros.
Trajo sabor y recuerdos ricos en palabras.
Se quedó y me ayudó con los escombros.
Yo le ayudé con el respiro que necesitaba.
Con bocanadas de aire fresco
y noches en vela con risas marcadas.

Tan silencioso que pudo matarme.
Tan rápido como un disparo.
Se dispuso a quedarse y matarme
con sus besos que dicen ser envenenados.

¡Vaya manera de morir!
En semejantes labios,
yo recibo la muerte hoy, mañana y pasado.