miércoles, 16 de abril de 2014

Mensajes

Tus palabras me tomaron por sorpresa,
diría que nunca lo esperé.
Ni en un millón de años pensé
que me harías semejante daño.
Y todo por la confianza,
por esas charlas que tuvimos.
Y cuando leí esas palabras, fue mi destrucción
mi alma lloró y mi vida un giro dio.

No pensé en verte otra vez,
buscando algo que nunca perdiste,
en un lugar donde nunca estuviste,
hablando conmigo, luego de tanto.

Rayos y centellas, y una lluvia infernal.
No me recuperé nunca de tus palabras,
tan afiladas como navajas,
que no dejaron cicatriz para mostrar,
que no dejaron ni huella que descifrar.

Fuiste ese desastre que no se puede arreglar,
no importa cuánto lo intentes, no te lo podré perdonar.

sábado, 12 de abril de 2014

Un sueño

Eres mi sueño, ése que no puedo controlar.
Ése que me deja pensando en si fue real o no.
Con tus palabras, como melodías suaves,
que me llevan volando a un mundo extraño.
Quiero que regreses… ya que con cada minuto que pasa más te desvaneces.
Siento que te pierdo,
poco a poco de entre mis dedos te vas como aire,
como risas y como pistas, esas que necesito a la vista.

Y ya no te siento cerca de mí,
ya tus palabras no me susurran al oído
esos trucos que solo tú sabes.
Ya tus palabras no me confortan pues lejos estás, y no sé dónde buscar.

Y revivo una y otra vez cada momento,
Porque quiero, porque puedo.
Pero nada me preparó para esto,
para este tiempo de desconsuelo.
Sin ti esto no es un sueño, sin ti todo esto no lo deseo.

Eres tú mi sueño, mi conocimiento, mi poema y mi canción.

Eres mi luna, mi hora, mi clima y mi adiós.

lunes, 7 de abril de 2014

Dilemas, paradojas y dudas

¿Todo o nada? Con nada envidiarás todo y con todo tendrás nada.
Lloras y mueres, pero vives alegremente.
¿Te busco, te dejo, te espero o te sueño?
Siempre es sobre ti, siempre ha sido sobre ti.
En el día o en la noche, de madrugada y en el porche.

Las dudas me tumban y me dejan desorientada.
Pero siempre sé la respuesta: tú.

¿Tenerte o no tenerte? qué dilema tan agobiante.
Sabes que mi respuesta siempre es tenerte eternamente.
Te dejo ser libre y deliberar sobre quedarte,
aunque admito que sería realmente interesante tenerte para mí,
no compartirte con nadie.

¿Que si te observo? ¡¿Por favor qué pregunta es esa?!
Todos sabemos eso, no se necesita una respuesta.

Y aunque no me digas nada, te leeré los labios,
indagaré en tus pensamientos y te llevaré de la mano.
Sin rumbo caminaremos y en este mundo, tan distinto e insulso,
nos quedamos tú como la luna
y yo como el sol.