Como la enfermera de guardia
yo vine a curarte el alma.
A cuidar de tus manos
y abrazarte por la espalda.
Que de cicatrices ya estoy llena,
que de cuidados ya soy experta,
que vivo con una coraza
que me protege de la envidia externa.
De besos que sanan,
con palabras tan claras como el agua.
Que yo te espero y cuido,
y cuando estés lista dejas el nido.
Sin documentos ni papeleo,
te doy el alta esta mañana.
Para que cuando salgas te acuerdes de mí,
la enfermera que estuvo de guardia.